Cuestión de rendimiento
Una de las cuestiones que tienes que tener en cuenta a la hora de comprar tarjetas gráficas baratas son las relacionadas con el rendimiento. Ten en cuenta que será un poco absurdo invertir en una nueva tarjeta gráfica si vas a comprar una que prácticamente no tenga diferencia de rendimiento con la que ya tienes o que no sea compatible con aquellos videojuegos a los que quieres jugar. Al final habrá sido dinero tirado a la basura…
Por este motivo, es importante que sepas que deberías invertir al menos 350€ para tener una tarjeta gráfica medianamente decente para gaming. Es decir, como mínimo podrías optar por una AMD Radeon RX 6600 o una NVIDIA GeForce GTX 1660, y de ahí para arriba. Por debajo de eso, para los títulos AAA actuales, no merece la pena gastar dinero.
Incluso con esas, para jugar con ciertas configuraciones gráficas y a ciertas resoluciones te costará en muchos videojuegos AAA actuales. Por tanto, no hagas la locura de lanzarte a comprar tarjetas gráficas baratas pensando que va a suponer una mejora importante sin tener presente estos detalles.
Tarjetas gráficas baratas reacondicionadas: ¿buena idea?
Es posible que puedas encontrar en las tiendas o plataformas de venta online de confianza, como puede ser PCComponetes o Amazon, algunas tarjetas gráficas que te pueden parecer «gangas», con un precio bastante inferior al habitual que tendría ese producto, pero que están marcadas como «reacondicionado«.
Muchos se pueden preguntar si es buena idea adquirir una tarjeta gráfica reacondicionada o no. Pues bien, para eso vamos a ver algunos pros y contras de usar este tipo de reacondicionados con precios bastante suculentos, incluso para ir a por una gráfica tipo RTX 3060 o similares:
- Dispones de una gran variedad de tarjetas gráficas reacondicionadas, pudiendo elegir entre diversos modelos y marcas de PCB, así como de la GPU.
- Precio más bajo que el de la misma unidad nueva, lo que implica en algunos casos ahorrar hasta cientos de euros en la compra. Algunas podrían estar incluso a la mitad de precio, lo que resulta realmente tentador.
- Tienes mayores garantías y es más confiable que elegir un modelo de tarjeta gráfica de segunda mano. Estas tarjetas reacondicionadas puede que ni siquiera hayan sido usadas, dependiendo del motivo por las que las etiquetaron así.
No obstante, no todo son ventajas, también puede haber algunas desventajas de adquirir una de estas tarjetas gráficas baratas reacondicionadas:
- Pueden tener algún tipo de desperfecto, aunque eso no debería afectar a su funcionamiento en absoluto.
- Podrían no venir en su caja original, sino que han sido reempaquetadas.
- Tal vez tengan signos de uso ligeros, ya que un usuario las había probado anteriormente y las ha devuelto en el plazo acordado.
- Quizás es una unidad con algún defecto de fábrica que ha sido devuelta a la factoría y ha sido reparada para ponerla a la venta nuevamente.
Debes evaluar estos pros y contras, pero te garantizo que si tienes la oportunidad de conseguir una tarjeta gráfica barata de este tipo, va a ser muy superior a una nueva en igualdad de dinero invertido. Y no tiene por qué durar menos que una nueva…
Segunda mano: un mercado de tarjetas gráficas baratas algo incierto
En el mundo de la segunda mano de las tarjetas gráficas, también debes andar con pies de plomo, ya que corres varios riesgos. Pueden ser ofertas muy interesantes, con precios bastante bajos por una tarjeta buena. Plataformas como eBay, Wallapop, SegundaMano, etc., están llenos de este tipo de tarjetas gráficas. Pero deberías tener presente los siguientes consejos:
- Siempre debes comprobar que las fotos del anuncio son reales, y que no se trata de las imágenes que se pueden buscar por Internet de esa tarjeta gráfica en cuestión, ya que el vendedor podría estar ocultándote algún daño o desperfecto.
- Busca principalmente vendedores que estén próximos a ti, puesto que cara a cara estas compras se tratan mucho mejor. Además, podrás ver la tarjeta gráfica funcionando y pedirle comprobaciones a su actual dueño. Comprar algo online de segunda mano es un riesgo, ya que no sabes las condiciones en las que está.
- Cuidado con los vendedores de otros países, ya que el porte del paquete podría salirte mucho más caro que la mercancía. Ten muy presente esto.
- Cuidado con las tarjetas gráficas de gamers, ya que podrían haber usado técnicas de overclocking para acelerarlas. Esto podría hacer que se calienten más, consuman más y tengan una vida útil más corta de la que tenían de serie.
- Haz todas las preguntas que veas convenientes antes de lanzarte a comprar, así podrás estar seguro de que lo que vas a comprar es lo que realmente buscas. Por ejemplo, pregunta siempre por el uso que el ha dado previamente, los motivos por los que la vende, etc. Pueden ser muy reveladores.
- Opta preferiblemente por plataformas que tengan unas garantías mínimas de devolución si lo que recibes no es lo que esperabas o está estropeado. Existen algunas plataformas de venta que venden productos informáticos de segunda mano que han sido verificados y tienen incluso unos meses de garantía, lo que te cubrirá las espaldas. Es decir, evitar comprarlas a un particular…
Tarjetas gráficas baratas que proceden de la minería de criptomonedas
Por otro lado, deberías saber que muchas de las tarjetas gráficas que se venden en estos mercados de segunda mano, provienen de las granjas de minería de criptomonedas. Especialmente aquellos anuncios donde el vendedor parece tener un gran stock de tarjetas gráficas baratas del mismo modelo.
¿Esto es malo? Bueno, en un principio no tiene por qué ser un inconveniente, pero deberías tener claro que las condiciones a las que estas tarjetas gráficas suelen someterse. En principio, no debería ser una tarjeta que tenga peor rendimiento o que vaya a tener una vida más corta solo por el simple hecho de haber sido usada para la minería, PERO:
- Algunos mineros expertos suelen modificar la refrigeración de la tarjeta gráfica original. Esto en principio no es negativo, a no ser que lo hayan hecho de forma errónea y la tarjeta gráfica termine calentándose más.
- También es muy frecuente que hayan hecho underclocking, es decir, que hayan reducido la frecuencia de reloj de la GPU para hacerlas más eficientes. Esto hará que consuma menos (y se caliente menos), pero también bajará el rendimiento.
- En este tipo de granjas de minería, las tarjetas gráficas estarán funcionando 24/7, lo que podría haberlas sometido a un sobres-fuerzo importante. Por el contrario, esto también tiene su lado positivo, aunque no lo parezca. Y es que eso evita que la PCB y GPU se sometan a menos ciclos de estrés térmico de calentamiento-enfriamiento. Estos ciclos suelen generar tensión en el silicio y roturas en las soldaduras del BGA…
- BIOS modificada. Esto también es bastante frecuente en este tipo de tarjetas gráficas que provienen de la minería de criptomonedas. Muchos expertos mineros modifican el firmware de la tarjeta gráfica para optimizarla para este trabajo. Esto podría hacer que cuando la uses para gaming, el rendimiento no sea tan fino como esperas. Para saber esto, solo hay que comprobar el BIOS con programas como GPU-Z y comparar con la BIOS original.
¿Chollos?
Para finalizar, ten muy presente otra cuestión, y es que no todo lo que reluce es oro. Cuidado con las ofertas de tarjetas gráficas muy baratas. Puedes encontrar auténticos chollos o gangas en anuncios de Facebook o de otras redes sociales, o emails que te llegan a tu correo, o tal vez de supuestas tiendas que veas en Internet o que aparezcan como anuncios. Pero si no es una tienda de confianza, podría ser simplemente una campaña de Scam o Phishing.
Existen muchas de estas estafas en la red, y no son pocos los usuarios que caen en ellas. Ven un producto bastante interesante, como puede ser una NVIDIA GeForce RTX 40 Series o una AMD Radeon RX 7000 Series a precios realmente baratos, como 500€ o similares. Esto es demasiado bonito para ser real.
Si cometes el error de pedir una de estas tarjetas gráficas baratas, por muy real que parezca la página de la tienda, probablemente estás pagando un producto que jamás te llegará a casa… En otras ocasiones, tal vez te llegue una tarjeta gráfica que parece ser lo que realmente has pedido, pero que al comprobar las características de la misma cuando la instalas, ves que se corresponde con otra GPU inferior.