¿Qué es una GPU?
Una GPU (Graphics Processing Unit), o unidad de procesamiento gráfico, es un tipo de chip moderno que es capaz de realizar representaciones 3D para videojuegos y otras aplicaciones. Para ello, los datos e instrucciones que llegan a este chip son procesados para renderizar, es decir, crear los gráficos.
Antiguamente, el trabajo gráfico también sobrecaía en la CPU, pero con el avance de la calidad gráfica, esto supuso una enorme sobrecarga para esta unidad. Por eso surgieron los primeros aceleradores gráficos, para dar paso a lo que actualmente conocemos como tarjetas gráficas o GPUs.
Una GPU es capaz de realizar multitud de cálculos matemáticos por segundo para calcular los valores correctos de millones de píxeles docenas o cientos de veces cada segundo. Todos los dispositivos informáticos, desde el PC hasta teléfonos inteligentes, tienen una GPU.
Como curiosidad decir que las únicas computadoras que funcionan sin una GPU suelen ser algunos servidores headless que operan de forma remota y solo usan CPU. Ni siquiera necesitan un entorno gráfico para su gestión, todo se hace a través de la consola de comandos. Pero esto es otra historia diferente…
¿Qué es una iGPU?
Muchos equipos portátiles, y también algunos PCs de sobremesa y AIO, vienen con una GPU integrada o iGPU. Este tipo de unidad está en el mismo empaquetado que la CPU, aunque en un chip independiente como se puede ver en la imagen superior. Estas gráficas cumplen su función, generando los gráficos necesarios, aunque no son tan potentes como las dGPU como veremos más adelante.
Además, hay que tener en cuenta otra cosa, y es que cuando existe una iGPU, podría convivir también una dGPU en el mismo equipo. No son incompatibles, sino que pueden servir como complemento. Pero, hay que tener en cuenta varias cosas:
- Muchos sistemas con iGPU, aunque tengan dGPU, los gráficos tienen que pasar finalmente por la iGPU, que es la que está conectada a la salida de vídeo que va al monitor, aunque algunos equipos han comenzado a implementar soluciones para ello, ya que esto puede comprometer el rendimiento.
- Las dos iGPUs no estarán renderizando los gráficos a la vez, sino que puede trabajar una u otra, es decir, no se pueden sumar sus capacidades entre sí. Por eso, desde el sistema operativo, se puede elegir una u otra según convenga.
- La iGPU no tiene VRAM, sino que emplea la memoria RAM para este fin.
- No debes confundir una iGPU con la GPU integrada en una APU, ya que no son exactamente lo mismo como veremos más adelante.
- Precio más reducido.
- Al ir integrada en el empaquetado de la CPU no necesitará espacio adicional, lo que es positivo para los ultrabooks.
- Tampoco necesita de un sistema de refrigeración independiente, lo que ahorra espacio. Tanto CPU como iGPU encajarán en el mismo TDP del empaquetado.
- Suelen tener un consumo inferior a las dGPUs. Cuentan con una buena eficiencia energética, por lo que ahorrarán batería, para prolongar la autonomía.
- Si existe una dGPU junto con la iGPU, se puede cambiar dinámicamente entre una y otra según la potencia gráfica que se necesite. Por ejemplo, reducir el consumo usando la iGPU cuando estás trabajando con ofimática o navegación, y usar la dGPU cuando necesitas rendimiento para gaming, etc.
- El rendimiento de la iGPU es bastante limitado, y para gaming intenso o títulos AAA no es adecuada. Tampoco para tareas de renderizado pesadas.
- Al no tener una memoria VRAM dedicada, hará uso de la memoria RAM, por lo que CPU y la iGPU compartirán la misma memoria, restando espacio de esta para otras aplicaciones.
- Cuando se tiene una dGPU, podría incluso hacer de cuello de botella para ésta, ya que en ocasiones los gráficos tendrían que pasar finalmente por la iGPU que es la que realmente está conectada a la pantalla (aunque el trabajo pesado se haga en el chip de la dGPU).
- Un mejor rendimiento en comunicación entre CPU-GPU.
- Menor consumo para la comunicación que si estuviesen en chips separados.
- Los recursos se pueden compartir entre los dos de forma fácil.
- Elimina la necesidad de instalar una dGPU o tarjeta gráfica dedicada, lo que resulta más barato.
- Al igual que la iGPU, también admite que se pueda incluir una dGPU en el mismo equipo y usar una u otra, aunque con los mismos problemas que vimos con la iGPU.
- Su potencia gráfica no es tan poderosa como la de una dGPU.
- Agregan complejidad al chip monolítico y lo encarecen.
TIPO | EXPLICACIÓN SENCILLA |
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Tarjeta gráfica | Nos referimos a una placa PCB que incluye el chip GPU, además de chips de memoria VRAM, BIOS, y todos los elementos auxiliares necesarios, como puertos, toma de alimentación, sistema de refrigeración, etc. |
GPU | Se refiere únicamente a la unidad de procesamiento de gráficos, es decir, al chip central. Manipula y altera la memoria para crear imágenes en un búfer de cuadros que luego se pueden enviar como video a una pantalla. Requiere otros componentes para funcionar. |
iGPU | Es una GPU integrada en el mismo empaquetado que la CPU. La iGPU funciona de la misma manera que una GPU, pero toda la refrigeración, los puertos, la memoria, etc. se toman de otros componentes. |
APU | Se podría decir que es como una iGPU de AMD, pero que se incluye en el mismo chip monolítico que la CPU. Las APU de AMD son compatibles con la arquitectura de sistema heterogénea (HSA), que permite que la CPU y la GPU estén en el mismo bus y, por lo tanto, reducen la latencia de la comunicación. |
- Si el rendimiento gráfico no es importante para ti, ya que no vas a jugar de forma intensiva ni a realizar otro tipo de tareas gráficas pesadas, entonces lo mejor es una iGPU o APU.
- Si el rendimiento es muy importante para ti, porque vas a renderizar o jugar a títulos AAA, entonces lo ideal es una dGPU para portátiles o una tarjeta gráfica para PCs de sobremesa.
- Cuando el consumo es algo crítico, mejor una APU o un SoC que cualquier otra unidad.
- Si el consumo no es crítico, podrías usar cualquier tipo de unidad gráfica.
- Cuando el escalado de potencia es importante, lo mejor es una tarjeta gráfica pensando en configuraciones multi-GPU.