En pocas palabras: mientras que Elon Musk promete un mundo de cerebros humanos equipados con chips que pueden hablar con las máquinas, los médicos advierten contra la arrogancia de una empresa que parece demasiado segura de sí misma. Las perspectivas comerciales de Neuralink se están llenando de sangre de mono y patógenos peligrosos.
Neuralink planea comenzar pronto con sus primeros rastros humanos , y Elon Musk ha dicho que la interfaz de cerebro a máquina creada por su compañía permitirá a las personas transmitir música directamente a su materia gris. Mientras tanto, Neuralink no parece capaz de seguir las pautas más básicas cuando se trata de tratar material biológico potencialmente peligroso proveniente de sus experimentos altamente controvertidos.
El Comité de Médicos por la Medicina Responsable (PCRM), una organización estadounidense sin fines de lucro, dijo que Neuralink violó las leyes federales relacionadas con materiales peligrosos en múltiples ocasiones. Según los correos electrónicos públicos obtenidos por PCRM, los incidentes en cuestión ocurrieron en 2019 cuando Neuralink estaba realizando sus "experimentos invasivos y mortales" para instalar implantes en macacos rhesus en la Universidad de California, Davis.
En los correos electrónicos, el personal de UC Davis se quejaba a Neuralink sobre la mala gestión de los componentes de hardware de un dispositivo neuronal explantado, que no fueron sellados ni desinfectados antes de salir de la universidad. Las leyes federales exigen que el transporte de materiales peligrosos proporcione un tipo específico de embalaje, con tres capas diferentes, incluidos dos contenedores a prueba de fugas y un material de embalaje exterior rígido.