Siempre se ha dicho que las mATX son placas base más económicas, menos vistosas, con menos opciones y que quedan «más feas» en una semitorre grande. La cuestión es que los fabricantes han mejorado mucho este factor de forma, por lo que no es descabellado plantearse una Micro ATX antes que una ATX.
Qué es Micro ATX:
Conocida como mATX o MicroATX, se trata de un factor de forma más pequeño que ATX, teniendo unas medidas de 244 x 244 mm. Se caracterizan por tener 4-2 slots de memoria RAM, 2 ranuras PCI-Express x16 como máximo y 1 slot M.2 (aunque pueden haber modelos con 2)
Es el siguiente escalón cuando partimos desde Mini-ITX, y siempre ha sido considerado un factor de forma económico o «low-cost«, ya que los modelos más básicos suelen ser mATX. Sin embargo, ese modelo más barato, suele ser un modelo muy básico, independientemente de qué factor tenga.
Decimos esto porque, si nos vamos a gamas más altas, veremos que hay placas base Micro ATX bastante buenas y que mejoran a algún que otro modelo ATX de menor precio. Al final, todo se resume en las gamas en las que nos movamos.
No obstante, ¿a qué renunciamos aunque subamos de gama?
- Más de 2 slots M.2.
- Más espacio para VRM: es una obviedad que una buena placa base ATX tendrá más espacio para colocar más VRMs.
- En la gama alta, hay más modelos Mini-ITX que Micro ATX.
- Siempre que queramos el máximo rendimiento, iremos a ATX porque es el factor de forma más completo.
Usos:
Quien no quiera complicarse la vida, ni gastarse mucho dinero en componentes, el factor de forma Micro ATX es más que útil. Tenemos todo lo que necesitamos, algo que no podemos asegurar en un factor de forma Mini-ITX, ya que es mucho más limitado.
Sin embargo, Micro ATX es una opción reducida de ATX (así lo dice su nombre), por lo que podremos hacer overclock, montar una GPU potente, tener un buen disipador o kit AIO, equipar memorias RAM en Dual Channel e, incluso, tener un SSD M.2 conectado.
En mi opinión, recomendaría Micro ATX a quien:
- No tenga una caja PC grande, o no busque comprar una igual.
- Tenga un presupuesto más ajustado y quiera un buen rendimiento.
- Prefiera invertir más dinero en otros componentes.
- No le importe la estética en demasié, ya que muchas Micro ATX quedan un poco feas en cajas ATX. Dicho esto, en gamas altas hay placas de este tipo muy atractivas.
- Quiera disfrutar de una configuración normal a un precio razonable.
- Busque montar un PC pequeño y la caja sea compatible con Mini-ITX y Micro ATX.
Qué es ATX:
Casi no hacen falta presentaciones de este factor de forma porque es el más común dentro de las placas base. Lleva con nosotros desde 1995 cuando Intel las lanzó al mercado. Se caracterizan por tener unas dimensiones de 305 x 244 mm, siendo más grandes que las Micro ATX. Dicho esto, las E-ATX (Extended ATX) son las placas base más grandes que existen, aunque su oferta está enfocada solo a entusiastas.
Son las más comunes por una razón básica: tienen el tamaño ideal para equipar lo que es necesario. Dependerá de la gama, pero, normalmente, contamos con una ranura PCIe x16 y otra PCIe x8, habiendo otras 2-3 más que hagan uso de 4 o 2 raíles.
En cuanto a los slots RAM, todas vienen 4 porque son los más utilizados y no se requieren más. Solo vemos 8 ranuras en el caso de las E-ATX, siendo una configuración que solo se ve en el sector profesional.
¿A qué renunciamos si elegimos ATX?
A gastarnos menos dinero por una caja PC, ya que tener una placa base más grande, implica tener una caja PC compatible con ATX.
Buscar una caja PC que tenga un compartimento para la fuente de alimentación con el objetivo de que se separen las corrientes de aire caliente. Esto es opcional y no tiene por qué pasar nada, pero ya es habitual (en fabricantes de cajas) ver un compartimento para la fuente con la finalidad de que se gestione mejor el cableado y se refrigere mejor.
Gastarnos menos dinero en una placa base: es un hecho que cuestan más dinero que las Micro ATX.
Usos:
Al ser un factor de forma muy común, encontramos perfiles de comprador distintos debido a que se encuentra en todas las gamas posibles: entrada, mainstream y entusiasta. Por tanto, se podría decir que sus usos son variados: desde el más básico, hasta el más entusiasta.
Dicho esto, es interesante saber qué usos nos da una ATX vs una Micro ATX:
Permiten una buena refrigeración por el espacio entre componentes. En Micro ATX, todos los componentes están más cerca los unos de los otros, por lo que el calor se acumula en toda la placa base.
Ofrecen más slots M.2. Si solo queramos montar SSD M.2 en nuestra configuración, el factor de forma ideal es ATX por cuestión de relación-precio. En cualquier placa base ATX mainstream encontraréis 2 slots M.2.
Overclock más interesante. El hecho de tener más espacio, permite al fabricante instalar más VRMs y de mejor calidad, lo que es muy bueno de cara al overclock de la CPU: la placa base estará más fría.
Modelos con refrigeración líquida. Conforme subimos de gama, vemos modelos con bloque de agua incluido, dejando claro que es un factor de forma común entre overclockers.
Más ranuras PCI-Express. Normalmente, se suelen usar 1 o 2 como mucho, pero hay gente que hace uso de ellas instalando una tarjeta de sonido, GPUs, etc. Quien haga uso de estas ranuras, se irá a ATX al 100%.
PCI-Express 4.0 en SSD M.2. Poco se habla de que en los chipsets entusiastas encontramos PCI-Express 4.0 para hacer funcionar en un SSD PCIe 4.0. El problema suele residir en qué raíles de ese PCI-Express 4.0 se entregan al slot M.2, y es que hemos visto que en las ATX podemos ver hasta x8 sin ningún problema.
Más catálogo y oferta. Aunque cuesten un poco más que las Micro ATX de la misma gama, tenemos mucho más donde elegir. Esto es porque los fabricantes enfocan Micro ATX a gama de entrada, colocando algún modelo en mainstream y muy pocos modelos en gama alta.
ATX vs Micro ATX, ¿cuál elegir?
Hemos repasado a fondo cada factor de forma, pero, ¿cuál elegir? Las conclusiones que saco de esta comparativa entre ATX vs Micro ATX son las siguientes:
Catálogo: hay más placas ATX que Micro ATX, aunque es cierto que hay más Micro ATX en gama baja.
Si buscas algo low-cost, opta por Micro ATX.
- Una placa base Micro ATX tiene todo lo que buscamos en una placa base.
- En caso de hacer overclock, son más interesantes las ATX.
- De cara a la refrigeración, son más interesantes las ATX.
Por tanto, mi elección va por las ATX en caso de que seamos más exigentes con nuestro PC. Si no vamos a hacer overclock ni en RAM, ni en CPU, solo vamos a usar una ranura PCI-Express y no tenemos pretensiones altas, escoged la que os salga más barata.
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